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EDITORIAL VII

El trabajo que actualmente realizan los Diputados del Congreso Local en relación a las reformas penales no se ha visto manifestado en beneficio de la comunidad, en virtud de que las instituciones encargadas de la procuración y administración de justicia, no han efectuado su labor de una manera eficiente y como debería de ser, al menos en teoría.

La corrupción sigue siendo el principal problema en torno a la falta de aplicación de la normatividad vigente en el Estado, esto, porque los servidores públicos no han entendido cuál es su verdadera función, o bien, el objetivo que persiguen al estar dentro de la nómina estatal es muy diverso al que claramente señalan las leyes respectivas.

Hemos visto con tristeza como el esfuerzo de los legisladores locales se ve truncado, ya que, por un lado se avanza en la rigidez de las sanciones a aplicarse en determinados modelos delictivos, propuestos por el Gobernador del Estado Rodrigo Medina de la Cruz, pero por el otro, no existe una verdadera autoridad capaz de cumplir con la aplicación de las normas que actualmente se encuentran vigentes.

Nuestra legislación estatal es buena, en cierto punto hasta severa en relación al monto de las sanciones que se deberían de imponer para ciertas conductas, pero siempre caemos en la etapa de la no aplicación por la falta de capacidad de nuestras autoridades, llámese preventivas, investigadoras o judiciales que están obligadas a cumplir con una función que traería como consecuencia mejorar la seguridad en el Estado.

El Congreso ha tratado de realizar una labor digna en lo que respecta a su función de legislar, es cierto que en ocasiones también caen en situaciones que se alejan de su verdadero cometido, pero cuando se toman el papel en serio, los Diputados locales sacan adelante los asuntos a tratar en cada sesión.

Urge un cambio de mentalidad en los servidores públicos, ya la sociedad está harta de tanta corrupción, de por sí, se tiene que soportar el ser víctima de la delincuencia, para luego toparse con la burocracia de los funcionarios que no hacen su trabajo para dar con los responsables de los delitos.

Los Diputados están haciendo su trabajo, ¿los demás cuándo se dignarán a realizarlo?

Ahí están las leyes, es cuestión de tener la visión y decisión de aplicarlas como es debido, si no, para qué ocupar un cargo que no van a ejercer, en algunos casos por temor y en otros porque su cometido está lejos de lo que la sociedad espera de ellos.

LIC. RAUL CARRIZALES GONZALEZ.

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