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Reciben Premio Nacional de Innovación con catéter venoso

Por Redacción

Reconocen a egresada y profesor de diseño industrial

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El diseño de una abeja de tipo juguete es el modelo que la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) desarrolló para facilitar y hacerles más amena la experiencia a los infantes al colocarles un catéter intravenoso para ciertos procedimientos médicos.

Este trabajo que se derivó de la investigación “Modelo industrial de pluma para colocación de catéter venoso” de la Facultad de Arquitectura (FARQ) de la UANL fue galardonado con el Premio IMPI a la Innovación Mexicana 2023, en la categoría de Diseño Industrial.

“El proyecto nació en 2019 y lo comienzo a trabajar a partir de experiencias con algunos familiares pequeños que tengo, en donde era complicado que recibieran tratamientos médicos por diversas situaciones.

“Siempre he creído que los infantes tienen más fuerza que un adulto, pero el brindarles más soluciones a problemas en el área pediátrica para que sobrelleven con un poco más de alegría los problemas de salud que están pasando, considero que es muy satisfactorio para mí”, expresó la egresada de la Licenciatura en Diseño Industrial, Nadia Alejandra Rodríguez Cerda.

Buscan mejorar su experiencia

La idea de este estudio surge por la realización de ciertas entrevistas con personal médico de hospitales y centros de salud de la entidad en donde se argumenta que, al momento de colocarles un catéter para suministrarles un medicamento o extraerles sangre, para las niñas y niños es uno de los procedimientos a los que más les temen.

“El proyecto es novedoso en el sentido de que no estaba aplicado a este tipo de procedimiento médico. La idea de este modelo industrial no altera la introducción del catéter a la mano o al brazo, porque los pasos son los mismos, sin embargo, al tener esta abeja de tipo juguete, ayuda a montarse sobre la aguja y lo que hacemos es jugar con la parte emocional del infante para que no tenga tanto miedo; buscamos mejorar su experiencia”, explicó el asesor y docente de la FARQ Óscar Alejandro Ramírez Franco.

El profesor de la UANL desde 2008 recalcó que este trabajo lo que busca es que los pequeños pierdan el temor al procedimiento médico ya mencionado, por lo que la idea también es facilitarles la labor a las enfermeras y médicos para que el infante complete su tratamiento, sea menos doloroso y a largo plazo, conozcan y sean conscientes de estos procesos médicos.

“A mí me emociona mucho siempre saber que hay alumnos que proponen temas que vienen desde su propio sentir y que son reflejo de lo que sucede en la sociedad. Las experiencias que tienen en su vida diaria y detectar problemas en esas experiencias siempre es muy enriquecedor y terminan siendo proyectos que se desarrollan de manera muy intensa, ya que hay una motivación personal.

“En este caso, el diseño industrial es una disciplina que busca principalmente resolver todo tipo de necesidades tanto de funcionamiento como un poco más emocionales, y este modelo industrial es una mezcla de los dos”, puntualizó Ramírez Franco.

La egresada y el docente de la UANL Nadia Rodríguez y Óscar Ramírez, respectivamente, aclararon que por el momento este diseño industrial se quedó en un modelo digital, sin embargo, ya está registrado ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).

El siguiente paso es que alguna empresa del sector se interese en fabricarlo para que los hospitales y centros de salud de Nuevo León puedan usarlo en beneficio de los infantes.

El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial otorgó el 26 de abril el Premio IMPI a la Innovación Mexicana a Nadia Rodríguez y Óscar Ramírez por haber obtenido el primer lugar en la categoría Diseño Industrial con la invención “Modelo industrial de pluma para la colocación de catéter venoso”. El acto estuvo encabezado por el director general José Sánchez Pérez.

Características del proyecto:

  • La abeja se llama Buzzy.

  • Fabricada en inyección de plástico para mantener su higiene y facilitar su limpieza.

  • Sus medidas son de 80 mm de alto y 30 mm de ancho.

  • Su uso se da en infantes de 3 a 5 años de edad.

La Preparatoria Técnica Médica UANL retroalimentó el proyecto.

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La experiencia debe abarcar los siguientes parámetros:

  • Seguridad: aumenta la confianza del paciente durante el procedimiento.

  • Participación: que el infante pueda sentirse parte del procedimiento.

  • Apariencia: el uso de formas agradables y llamativas dirigidas al paciente.

  • Comunicación: fomenta el diálogo entre el paciente y el médico.

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