Festejan a los centenarios de Nuevo León
Por Ilse Casas
Entrega DIF estatal reconocimientos a adultos mayores de 100 años
Los abuelitos más longevos de Nuevo León fueron reconocidos por el DIF estatal, como parte de las celebraciones del mes del Adulto Mayor.
Un salón colmado de abuelitos centenarios, sus familias y personal del DIF estatal y municipal, disfrutaron de una comida, música y reconocimientos por haber llegado a tan avanzada edad.
Algunos de ellos en silla de ruedas, otros con bastón y unos cuantos más a pie, sin más ayuda que los brazos de sus hijos y nietos, los adultos mayores se presentaron a la cita con las autoridades estatales pactada para el 28 de agosto, día en que se celebra a los abuelos, en un salón de eventos ubicado sobre la avenida Morones Prieto, en Monterrey.
En total, 33 abuelitos y abuelitas acudieron al evento para celebrar su longevidad y al mismo tiempo, su día. En realidad se esperaba la presencia de 40 adultos mayores, sin embargo, la falta de siete de ellos no fue impedimento para que el resto disfrutara de los alimentos y las palabras de felicitación por parte de las autoridades del DIF.
El Director General del DIF del Estado, José Ramón Carrales Batres, felicitó a los ancianos, y gustoso, anunció que durante la entrega de reconocimientos les preguntaría el secreto para permanecer con vida durante tantos años.
“¿Cómo le hicieron? Por que como bien dice el Procurador (de la Defensa del Adulto Mayor) llegar a más de 100, no cualquiera, y según las estadísticas que tenemos, son más mujeres que hombres los que llegan a los 100 años, entonces ahorita que tenga la oportunidad de entregar los reconocimientos a ver si me comparten los secretos, porque definitivamente ahí debe haber algo para llegar a más de 100 años”, dijo.
Antes de eso, uno de los centenarios brindó unas palabras de felicitación para sus compañeros. Se trató de José Antonio Fernández Cervera, de 103 años, antiguo maestro normalista que tuvo el valor de hablar un momento en honor de todos los que, como él, alcanzaron llegar a una edad para muchos impensable.
Con voz cansada, lenta por su edad, Fernández Cervera agradeció el reconocimiento y recordó las dificultades de su vida, de las que, estuvo seguro, los otros 32 centenarios también debieron vivir.
“Nosotros los centenarios hemos pasado por tiempos muy difíciles, en nuestros tiempos, la vida era muy difícil, no había grandes escuelas, estábamos valiéndonos por nuestro esfuerzo, habíamos algunos que teníamos más habilidad que otros, pero no todos pudimos. Algunos, lograron hacer bastante, otros llevamos una vida muy humilde, entonces ganábamos muy poco y teníamos que trabajar mucho”, dijo el anciano con algo de dificultad.
El abuelo centenario soltó una pequeña sonrisa al Presidente del DIF, cuando éste le entregó el reconocimiento. Sentado en su silla, el abuelito de piel blanca se veía a simple vista como uno de los mayores de la reunión.
Sin embargo, “Don Toño”, como le dicen de cariño, no fue el ganador. Ese título se lo llevó otro señor, uno que contrario al orador, lucía más joven pese a ser 10 años mayor.
Don Carlos Vázquez Lozada, estaba en una mesa al final del salón, impasible, acompañado de sus hijas, su bastón y el sombrero que en ningún momento se quitó. Al verlo, no aparentaba los 114 años que le hicieron acreedor al reconocimiento como el más longevo de Nuevo León.
Su piel bronceada por la labor diaria, uno de sus ojos, al parecer eternamente cerrado y su sentido del oído ya desgastado, eran la verdadera muestra de que la edad por fin lo había alcanzado.
A pesar de eso, el adulto mayor permaneció tranquilo casi todo el tiempo, excepto cuando las reporteras de televisión se acercaron a él con sus cámaras a preguntarle cómo se encontraba y aquél famoso secreto para la longevidad del que hablaría el Presidente del DIF un rato después. En ese momento, mientras las televisoras le prestaban atención, se notaba su cuerpo temblar, los nervios lo traicionaban, aunque el resto del tiempo permaneció silencioso, pero sonriente.
Finalmente, las autoridades se pusieron de pie y recorrieron una a una las mesas para entregar a los abuelitos los reconocimientos. En cada mesa, Carrales Batres conversó con los ancianitos, les dio el documento y sonrieron al tiempo que se tomaban una fotografía.
De acuerdo con el funcionario estatal, durante 2012 fueron atendidos más de 60 mil adultos mayores a través de diferentes programas de apoyo alimentario, círculos de abuelos, así como atención médica.
Nuevo León cuenta en la actualidad con 460 adultos mayores que sobre pasan los 100 años de edad.