EDITORIAL XVI

Si el PAN tiene un verdadero interés en conservar la Presidencia de la República, bien harían sus precandidatos en dejar de estar cuestionando a las administraciones priistas, acusándolas de ser las culpables de que la violencia que hoy sufre el País, se debe a la falta de atención de sus gestiones.

Lo que menos necesitan los ciudadanos en estos tiempos de precampañas es que los militantes de todos los partidos políticos se enfrasquen en una “guerra sucia” que en nada ayudará a los graves problemas que en estos momentos enfrenta México.

Es necesario que existan acuerdos, voluntades y diálogos, para tratar de sacar adelante los temas que siguen pendientes en la agenda política del País.

Es cierto que ninguno de los aspirantes a la Presidencia de la República, tiene una varita mágica para resolver de la noche a la mañana el problema de la inseguridad que afecta a México, por esa razón, es difícil creer en las promesas de los diversos militantes que tienen como objetivo ganar las elecciones del 2012.

Los ciudadanos ya están cansados de promesas incumplidas, de ver como la corrupción tanto en uno como en otro gobierno, se maneja con toda impunidad. Se ha demostrado en algunos casos relevantes que han dañado a las instituciones políticas, que no se aplica un verdadero Estado de Derecho.

Nuestros funcionarios piensan que a la ciudadanía se le puede seguir engañando y eso es algo que les puede costar muy caro en las elecciones que se avecinan.

El mayor error que cometen tanto en el PRI como en el PAN, es aventarse la responsabilidad de la inseguridad que padece nuestro País; lo mejor sería que propusieran soluciones a tanto problema relacionado con la delincuencia en todos los aspectos.

Repartir culpas no solucionará este rubro tan delicado para la sociedad, urge que se encuentre un camino esperanzador que devuelva la tranquilidad a millones de mexicanos.

Por si el PRI y PAN no lo saben, cientos de ciudadanos están volteando a ver otro tipo de opciones partidistas; aunque eso no les garantiza nada, saben de antemano que por lo que toca a los institutos “grandotes”, ya han demostrado que batallan para resolver los grandes retos que debe tener una administración pública que de resultados positivos a la población.

Así las cosas, lo mejor es presentar proyectos serios, reales, de falsas expectativas la gente ya está desilusionada.

LIC. RAUL CARRIZALES GONZALEZ