JAIME RODRÍGUEZ CALDERÓN
Gobernador humilde
Se necesita tener mucho valor para reconocer los errores en las designaciones de los funcionarios, pero más aún, en removerlos de los puestos para los cuales fueron nombrados.
Usted no se anduvo con evasivas, su Administración se equivocó en dos de los nombramientos otorgados, y al señalarse el error, se procedió a su inmediata corrección.
No hubo vuelta de hoja y usted afrontó esas equivocaciones poniendo remedio en pocas horas.
Eso habla de que habrá de escuchar a los diversos sectores de la sociedad y sobre todo, que, teniendo la razón, procederá a enmendar las fallas que se presenten en su equipo de trabajo.
Muchos se han sorprendido de esta forma de proceder de su Gobierno; anteriormente al señalarse alguna situación errónea, la autoridad optaba por “nadar de muertito”, haciendo caso omiso a los reclamos de la sociedad.
En estos casos, su Administración ha enfrentado los cuestionamientos y al ver que estos son procedentes, optó por seguir lo estipulado en las leyes vigentes y no tuvo reparo en modificar los nombramientos en los casos del Director del DIF Estatal y de la Agencia Estatal de Investigaciones.
Ya demostró que se acabaron los tiempos de soberbia, y que la humildad será una característica de su Gobierno.
Estamos ante una Administración estatal que cumple con un slogan de campaña y que da fuerza a lo que diga la ciudadanía, en otras palabras, se confirma lo que usted ha sostenido desde hace tiempo:
La raza paga, la raza manda.
ATENTAMENTE:
EQUIDAD.
