Es un apasionado de la abogacía
Por Elizabeth Jaramillo
Dedica parte de su vida jurídica a Bancos e IP
En su familia había varios abogados y fue su hermano mayor quien antes de que terminara su carrera lo integró a la vida judicial al llevarlo a los juzgados como meritorio.
El licenciado Jesús Garza Cantú, se inició desde muy joven en la abogacía, pues sin haber concluido su carrera fue elegido en 1970 como uno de los meritorios que estaban en otros juzgados y que se seleccionaron para conformar el Quinto Juzgado de lo Civil, al cual entró como escribiente bajo el cargo del Licenciado Sergio Mena Treviño, ahí pasó 5 años.
Acababa de egresar de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Nuevo León en 1975 cuando a pesar de tener experiencia en la carrera judicial, se interesó por incursionar en la materia mercantil, por lo que se integró al Banco General de Monterrey como auxiliar de crédito y legal en donde estuvo por 3 años.
Posteriormente, ingresó en 1979 a un juzgado en donde en menos de un año alcanzó a ser Juez Interino de lo Familiar.
En 1983, regresó a los bancos esta vez, con Banco del Atlántico en donde fue Director Jurídico de zona durante un año, y después desde el 84 al 93 al Banco Internacional con el mismo cargo.
Una oportunidad que le dio Seguros Monterrey lo llevó al Distrito Federal, hasta que en 1995 regresó a Monterrey con Bancrecer como Director del Jurídico de la zona metropolitana.
Posteriormente, la Confederación Patronal de la Republica Mexicana (Coparmex) le hizo una invitación para que participara en el jurídico laboral en la Junta de Conciliación y Arbitraje, en donde destacó por realizar una actividad que abrió las puertas a las mujeres.
“Al lado del licenciado Rodrigo Plancarte de la Garza que era el Director, fuimos los primeros en el 2001 en romper el tabú de las mujeres en la Junta de Conciliación, nosotros designamos, propusimos de los representantes patronales a 5 mujeres, en ese tiempo causó muchos comentarios, mucha expectación, porque apenas incursionaban las mujeres como representantes patronales y eso nosotros lo hicimos porque del 2000 para atrás las mujeres no querían litigar en la junta de conciliación, porque era un ambiente muy varonil, muy fuerte y es algo que recuerdo mucho”, comentó como uno de los orgullos que tiene a nivel profesional.
Agregó que el año pasado se organizaron diversos eventos como parte de Coparmex, como lo fue el Primer Congreso de Mediación Nacional, en donde hubo exponentes no solo nacionales, sino invitados de Argentina y Chile; además hubo un Congreso de Negocios, ya que, según indicó Garza Cantú, es importante que el abogado no sólo sepa de derecho, sino de negocios también para que diversifique sus capacidades.
“Siempre ha sido mi idea que el abogado sepa también de negocios y que abra su abanico y que a nivel empresarial haga muchas cosas, que pueda manejar el personal, pueda manejar los recursos laborales y muchas cosas que el abogado piensa que su tarea es solo pelearse en los juzgados o terminar conflictos en los tribunales.
“Es importante que el abogado vea otros campos de acción, en la Facultad de Derecho me invitaron hace tres años y el Doctor José Luis Prado me invitó a colaborar con él para dar apoyo a la Facultad para que no nada más piensen en la carrera judicial o ser abogados postulantes o ministeriales, sino que también vean la posibilidad de ser abogados de empresas”, agregó Garza Cantú.
Por otra parte, indicó que como Presidente de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa (Anade), Capítulo Nuevo León, se realizaron más de 40 eventos promover esta rama del derecho, que muchas veces suele relegarse.
Durante 14 años fue maestro del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, siendo el primer catedrático egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León laborando para el Tec de Monterrey, actualmente es miembro de los consejos de las Facultades de Derecho de la UANL, la Universidad Regiomontana y del postgrado de la Universidad de Monterrey.
“Queremos que los nuevos abogados tengan una visión más abierta, que no dejen de ser abogados postulantes pero que sean abogados de empresa, que sepan leer un arqueo de un banco, un avalúo, un dictamen de contador, eso abriría mucho las puertas para que la gente nos llamara con más confianza en el sentido de que se pueden desarrollar más cosas, eso es lo que intento inculcar a los muchachos de las universidades en donde imparto clases”, dijo.
Agregó que en todos estos campos de trabajo es importante anteponer la honestidad y la transparencia, luchar contra la corrupción y mostrar que el abogado puede desempeñarse sin necesidad de triquiñuelas.
Apasionado por la abogacía señala que se puede pasar horas trabajando, y ya sea una contestación de demanda, un recurso de amparo, o cualquier otro proceso, lo hace con gusto tal que pierde la noción del tiempo.
Hace apenas unos días se retiró de su participación en Coparmex, pues tiene la aspiración de integrarse a la administración estatal de Rodrigo Medina de la Cruz, para esta vez estar en el otro lado de la moneda y desarrollar lo aprendido de la política empresarial.
“Voy a intentar ese reto el próximo año de inmiscuirme en la política, con el objetivo de no cometer los errores que otros cometen, tratar de beneficiar al prójimo, a lo mejor se oye muy demagogo, pero cuando estuve en Coparmex, cuando representaba a los empresarios buscando el beneficio empresarial y si estoy en política podré hacer lo contrario”.
Por otra parte, en el plano personal, platicó que sus hijos optaron por la abogacía, desde diferentes trincheras, el mayor es su orgullo, Jesús Humberto, quien se desempeña como Director de Capacitación en la Comisión de Transparencia; Jesús Eduardo, lamentablemente falleció, pero es el ángel que lo guía día a día; su conciencia es Macarena, la más chica, quien desde la Junta de Conciliación y Arbitraje es un ejemplo de dinamismo.
NOTA DEL EDITOR.- Algunos aspectos y fechas pudieron haber cambiado, en virtud de que esta entrevista se publicó en la edición impresa de la Revista Equidad número 14.