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Una vida dedicada al Derecho

Por Brenda Graciano

Siempre tuvo claro su destino profesional

La vocación es algo con lo que se nace y no algo que se elige, un claro ejemplo de esto es David Peña González, Director del Instituto de la Defensoría Pública en dos etapas (1993-1994 y 2007 a la fecha), quién proveniente de una familia de médicos ha dedicado su vida a la abogacía.

“Es una vocación que siempre tuve desde secundaria a pesar de la influencia de mi padre y de mi abuelo, ambos doctores”, relata Peña González.

El también ex Director Jurídico del Estado, en entrevista exclusiva para Equidad, dice sentir un enorme respeto por los doctores y se manifiesta orgulloso de su padre y abuelo quienes fueron ambos Directores del aquel entonces Hospital Civil, hoy llamado Hospital Universitario y cuenta con gracia una anécdota que marcó la elección de su carrera profesional.

“Un día mi padre cuando tenía yo 10 ó 12 años me llevó al anfiteatro a ver un montón de cadáveres ahí apilados y la verdad, ahí quizá me marcó para siempre el hecho de que al menos por ahí no era mi vocación profesional”, dijo.

Comenta que su padre nunca lo presionó o le impuso la obligación de continuar con la tradición familiar.

“Él (su padre) tampoco desde luego me impuso la obligación por decirlo de alguna manera, o me intentó seducir para que continuara yo con la tradición familiar, porque también tengo muchos tíos que  fueron en su momento practicantes de la medicina”, expresó.

Egresado de la Facultad de Derecho, Generación 68 de la Universidad Nacional Autónoma de México, Peña González habla sobre sus momentos complicados, malos y felices dentro de su etapa como estudiante foráneo en una ciudad tan cosmopolita como lo es la capital del país.

“El 68 fue desde el punto de vista académico prácticamente un año semiperdido, la universidad estaba paralizada, nadie se podía recibir, me tuve que recibir hasta el 69”, señala el jurista.

“Mi padre murió cuando yo estaba en cuarto año de derecho, ello no me inhibió ni por mucho, al contrario, hicimos todo el esfuerzo por salir avante y pasamos las penurias propias de todos los estudiantes en una ciudad tan prolífica, tan diversa, tan plural como lo es la Ciudad de México”, expresó con cierta nostalgia y tristeza el actual funcionario estatal.

En contraste, esboza una sonrisa y sin titubear dice que el momento más feliz de su carrera fue su examen profesional.

Peña González aclara que siempre tuvo claro su destino profesional pues nunca siquiera volteó a ver otras disciplinas académicas que lo llevaran a un destino profesional distinto al que hoy desempeña.

“Yo siempre me orienté por el lado de humanidades, me gusta mucho el derecho, creo que es una de las ciencias más dinámicas y sobre todo, que sirven para propiciar que la justicia finalmente sea como máxima aspiración del individuo concretada en los hechos y eso se logra a través de un compromiso social y particularmente desde el Estado”, dijo.

El titular del Instituto de la Defensoría Pública comenta que las leyes para Él siempre han sido un reto no solo en su concepción si no en su aplicación.

“Al final, independientemente de la trinchera en la que uno esté practicando el derecho, siempre tendremos un objetivo común que es que la justicia sea una realidad en nuestro país”, sostuvo Peña González.

Ayudado por el gobierno francés mediante una beca que le ayudó a continuar sus estudios de posgrado en la Universidad de Montpellier, emigró a España a realizar sus estudios de doctorado en la Escuela de Administración Pública de Alcalá de Henares en España, para finalmente cursar el idioma inglés en Londres.

Durante la carrera se dedicó única y exclusivamente a estudiar, lo cual le ayudó a poder realizar todos esos viajes académicos con éxito.

Tras el término de sus estudios regresó a Monterrey para tomar la Dirección Jurídica del Grupo del Vidrio.

Después formó parte del Instituto Mexicano del Café en el Distrito Federal, una vez concluida su labor con este grupo, se integró a un despacho en el Distrito Federal y es ahí donde el Gobierno Federal lo nombra Director General de Exportadora e Importadora de Minerales (EXIMIN) y Director General de Exportadora Mexicana (EXMEX).

Tras su paso por dichas dependencias, regresa como abogado litigante esta vez a Monterrey, para posteriormente durante el Gobierno de Sócrates Rizzo fungir como Asesor Jurídico de la Secretaría General de Gobierno del Estado de Nuevo León.

Después, en 1994 es designado por primera vez como Director General de la Defensoría de Oficio del Estado.

Así mismo, en el periodo de 1994 a 1995 fue Sub-Procurador de Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Nuevo León, para pasar en 1996 a ser Asesor Jurídico del C. Procurador General de Justicia y en 1997 Delegado de la Procuraduría General de la República en el Estado de Tamaulipas.

Regresó a la rama del litigio en 2002-2003 donde fue representante propietario por el PRI ante la Comisión Estatal Electoral.

Del 2003 al 2006, se desempeñó como Director Jurídico del H. Congreso del Estado de Nuevo León, y en el 2007, fue nombrado Director General de Defensoría de Oficio del Estado de Nuevo León, hoy denominada Dirección del Instituto de la Defensoría Pública, cargo que actualmente desempeña.

Cabe señalar que también fue nombrado recientemente Presidente de la Asociación Nacional de Defensorías Públicas Estatales de la República Mexicana.

A pesar de provenir de una familia de médicos, aclara no ser el primero ni el único abogado en la familia, pues su tío abuelo el Licenciado Antonio García González fue en su momento Procurador del Estado.

Además de contar con dos hijos quienes a pesar de los descalabros profesionales contados por él mismo a sus vástagos, estos decidieron estudiar derecho.

“Ahí seguí con toda puntualidad y rigor el ejemplo de mi padre, jamás les induje o insinué siquiera a mis dos hijos que estudiaran derecho, simplemente ellos decidieron con toda libertad que ese era su destino universitario”, aclaró.

A decir de los momentos complicados que ha enfrentado como abogado habla de las situaciones particulares que ha experimentado en la defensoría pública, casos que han sido llevados por abogados ajenos al instituto en donde ya han sufrido una serie de reveces desde el punto de vista jurídico

“El esfuerzo que hacemos todos por tratar de revertir un resultado que incluso ya ha sido confirmado hasta segunda instancia y que nada más queda la vía del amparo, aun en situaciones en las que algunas personas les han sido negado la obtención de amparos de la justicia federal, hemos tenido que recurrir a sabiendas de que hay elementos para creer que se está cometiendo un acto de injusticia, aunque haya dificultades para probarlo en donde hemos reinventado o rediseñado dentro de la ley otros caminos jurídicos para que se pueda al final revertir un fallo que favorezca a quienes por alguna razón han sufrido un grado de injusticia”, dijo.

“A veces por más esfuerzos que hagamos no salen las cosas en la medida que nosotros quisiéramos, no todos los asuntos están ganados por el solo hecho de que nosotros los conduzcamos como tampoco están perdidos por la misma razón”, expresa con firmeza el Director del Instituto de la Defensoría Pública.

“Los abogados sabemos que el único ganado es el que pasta en las praderas y cuando viene un asunto que nos corresponde a nosotros, inmediatamente se inicia un reto en donde debe estar alimentado por la cortesía, por la familiaridad por la comprensión y muy particularmente por el profesionalismo”, mencionó.

“Cuando una persona pone en nuestras manos su libertad o su patrimonio en ese momento debe de surgir desde dentro del defensor público, el compromiso de hacer el mejor de los esfuerzos para saciar dentro de los extremos que marca la ley, las situaciones que nos vienen a plantear favorablemente”, dijo.

Nacido, criado y orgullosamente regio, manifiesta que es aquí donde tiene sus cunas y sus tumbas y cree fielmente en la recuperación del Estado a pesar de las complicadas situaciones que atraviesa no sólo Nuevo León sino todo el país.

“A pesar de todas las situaciones que vive Nuevo León, particularmente no nos desanima, al contrario, nos estimulan más para seguir luchando por los valores que siempre han señalado a Nuevo León, a sus habitantes y por esos valores queremos luchar”, finalizó Peña González.

NOTA DEL EDITOR.- Algunas circunstancias y fechas pueden haber cambiado, en virtud de que esta entrevista salió publicada en la edición impresa de la Revista Equidad número 24.

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