MARCO GONZÁLEZ VALDEZ
Descoordinador priista
Pues mire lo que son las cosas, se supone que usted tiene la responsabilidad de coordinar a los legisladores del PRI, pero parece que está haciendo justamente lo contrario.
No cabe duda que la encomienda que se le dio por parte del Partido le está quedando demasiado grande, tan es así que no ha encontrado la fórmula de lograr un equilibrio entre los integrantes de su bancada que no lo ven como un auténtico líder.
El sentir de sus compañeros es negativo hacia su persona, tanto que las renuncias hace semanas de Eugenio Montiel Amoroso y Gabriel Tláloc Cantú, son una muestra de ello.
Su trato déspota, grosero y autoritario ha sido la principal causa de este divisionismo que existe hacia el interior del Grupo Legislativo del PRI.
Lo único que ha salvado su función es el extraño acercamiento que ha tenido desde hace meses con su homólogo panista Arturo Salinas Garza, quien le tiene tomada la medida al cien por ciento.
Salinas le puede decir “rana” y usted salta y esto obviamente no es bien visto por los legisladores priistas.
Usted ha sido un personaje gris que tiene la bendición de estar arropado todavía por uno de los jerarcas del PRI a nivel local, pero su suerte puede cambiar en los próximos días.
La llegada de Pedro Pablo Treviño a la dirigencia estatal del Partido, puede marcar un cambio en la Coordinación del Grupo Legislativo que supuestamente “coordina”.
Una cosa son los consensos, pero otra muy diferente es la sumisión, en este caso la que usted tiene hacia Salinas Garza.
El PRI necesita en estos momentos de gente capaz y leal al Partido, eso de hacer “amarres” con el enemigo no es bien visto en política, y menos cuando se trata de un instituto político que a nivel nacional trae una agenda contraria al tricolor.
Su tiempo se está acabando como Coordinador de los Diputados del PRI, por eso anda todo nervioso y prepotente.
Necesita calmarse, al menos para que se vaya con dignidad a ocupar una simple curul.
Una coordinación debe de ser para gente experimentada y de respeto, pero usted carece de ambas cosas, sobre todo de lo segundo, que por cierto para su conocimiento grábese esta frase, es muy importante para usted y a ver si se le quita la soberbia de una vez: EL RESPETO SE GANA.
Atentamente:
EQUIDAD.