Somos el País que tenemos más candados en el proceso electoral

Por Marcela Cortés

Falta consolidar normatividad electoral, sostiene Crespo Mendoza

El cambio constante en la democracia ha logrado fortalecer los candados de las elecciones; sin embargo, aún falta consolidar la normatividad electoral, así lo comentó el Doctor José Antonio Crespo Mendoza, Profesor Investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE.

Lo anterior se dio a conocer durante la conferencia “Reglas y Condiciones de la Democracia Electoral. Un Análisis de la Elección Presidencial”, que se llevó a cabo en las instalaciones de la Comisión Estatal Electoral.

Tras hacer un repaso por las reformas electorales que se han experimentado en el País desde el año 1987, el ponente destacó que todas ellas han funcionado para promover el cambio de poderes y erradicar la hegemonía que hasta esa fecha mantenía un mismo partido.

“En los estudios de la transición democrática, los expertos dicen que cuando el partido en el poder, el propio Gobierno, ceden el control del proceso electoral, ya no tiene las riendas para la decisión de lo que ocurre en el proceso electoral, ya por lo tanto está dejando, soltando digamos ese instrumento de la hegemonía partidista, porque en caso de tener resultados desfavorables ya no los puede modificar”, sostuvo el conferencista.

En el recuento, Crespo Mendoza comentó que el cambio se empezó a notar a partir del 97 en donde el PRI dejó de ser el partido hegemónico y en donde México empezó a distinguirse en la seguridad durante los comicios.

“Con los cambios electorales que hemos tenido tan frecuentes, reflejo del proceso de democratización, somos el País que tenemos más candados, que tenemos más vigilancia, que tenemos más filtros, tenemos más controlado todo el proceso electoral”, dijo el expositor.

José Antonio Crespo, mencionó que con la seguridad en el proceso electoral, se han tenido avances, pero lo que no se ha logrado tener es una normatividad electoral que cumpla con disminuir pacíficamente la pugna por el poder; conseguir el consenso electoral; generar legitimidad política; y crear la aceptación del resultado por parte de todos.

El ponente dijo que la normatividad electoral requiere una competitividad electoral que tenga equidad esencial, periodización del poder, que quien gane no tenga derecho o ventajas en la siguiente ronda y distribución del poder.

“Reducir los costos, es de lo que se trata, para construir una competitividad electoral. Competitividad quiere decir que las condiciones son tales, las reglas, las condiciones de la competencia que cualquiera de los competidores del principio puede ganar, a partir de quien tenga más respaldo, más fuerza política, más votantes”, expresó.

Crespo Mendoza, dijo que este equilibrio de poder se dio en la alternancia del 2000, en donde se lograron la mayoría de los principios de una competitividad, mencionó que uno de los estímulos, para una mejor democracia es la reelección de los legisladores, con el fin de que brinde un mejor servicio y tengan posibilidades de seguir en el poder por medio del apoyo de la sociedad.

En las elecciones del pasado primero de julio, comentó que existió una incoherencia por parte de Andrés Manuel López Obrador, lo que provocó disminuyera su respaldo, al desconocer el resultado presidencial y no el legislativo.

Finalmente, comentó que una de las medidas que se pueden tomar para lograr una normatividad electoral es fortalecer el voto secreto.

“El antídoto fundamental es el voto secreto”, concluyó el ponente al decir que el voto es el arma fundamental de los ciudadanos para generar la democracia.