EDITORIAL XXVI
La postura que han estado tomando algunas autoridades municipales en relación a las sanciones que se aplicarán a los vecinos “ruidosos” puede ocasionar un sin número de problemas entre la propia ciudadanía que se vería afectada por estas medidas, además de la posible violación a las garantías individuales que ello pudiere derivar.
Es válido que las actuales administraciones municipales velen por la tranquilidad de la comunidad en general, pero también es correcto que para lograrlo se deben de respetar los derechos humanos de aquellos a quienes se pretende aplicar determinado castigo, ya sea de tipo económico o privativo de la libertad. Leer el resto de esta entrada