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¿Explicación o burla?

Por Lic. Raúl Carrizales González

A casi una semana de que el Procurador de Justicia en el Estado, Adrián de la Garza Santos, diera prácticamente por concluida la investigación en relación al caso del robo de los 175 mil juegos de placas del Instituto de Control Vehicular, todavía siguen las dudas entre la ciudadanía, respecto de los argumentos presentados por el funcionario estatal.

Para algunos es totalmente ridícula la explicación brindada por De la Garza Santos y otros la consideran totalmente inverosímil.

Cuando se esperaba que la Procuraduría de Justicia diera con el paradero de más funcionarios estatales involucrados, algunos de mayor jerarquía, el titular de la mencionada dependencia salió a detener prácticamente las indagatorias al sostener que no había ninguna relación de este hecho con situaciones que pudieran llevar a esferas de la delincuencia de un rango más elevado.

Desde luego, que la ciudadanía, medios y la iniciativa privada, no están convencidos de que los razonamientos del Procurador estén del todo correctos, existe la duda de si verdaderamente el motivo de la citada sustracción haya tenido como origen que la materia prima obtenida se vendiera como chatarra, en virtud de que la ganancia sería mínima en base a lo que se estaba presumiendo por todos, es decir, que las placas hayan servido para “regularizar” cientos o miles de vehículos en condiciones irregulares.

Sin embargo, para acabar con las especulaciones, Adrián de la Garza presentó “pruebas contundentes” que demostraban que los “argumentos de defensa”  por él presentados eran realmente válidos.

Extraña mucho que la dependencia estatal, caracterizada precisamente por su lentitud para integrar averiguaciones previas, abusando en muchos de los casos de la figura del arraigo, ahora en algo fuera de lo común, determinara rápidamente el curso de la indagatoria, para de esta manera dejar libre de toda sospecha a quien se consideraba uno de los principales responsables de este escandaloso acontecimiento: Pedro Morales Somohano.

Debido a que la Procuraduría de Justicia en el Estado, es la encargada de integrar las averiguaciones previas, a través de sus agentes del Ministerio Público; aunado al sigilo que exige la ley, es difícil conocer detalladamente la realidad del caso.

Para la Procuraduría, no existe duda alguna, los juegos de placas fueron robados para ser vendidos como chatarra. Para la sociedad en general, los argumentos del Procurador son infantiles, poco creíbles, y como señala la líder estatal del PAN, Sandra Pámanes Ortiz, son un insulto a la inteligencia de los nuevoleoneses.

Lo cierto es que debemos de considerar que Pedro Morales Somohano es un pésimo servidor público, porque eso de ignorar que hayan desaparecido casi 200 mil juegos de placas sin que él se diera cuenta, habla de la poca atención que estaba poniendo a lo que sucedía en la dependencia a su cargo.

Nada más falta que el Gobernador del Estado decida reinstalarlo en su puesto o bien, reubicarlo en otro organismo; algo que no se pueden descartar; a estas alturas todo puede suceder en este Gobierno, al final de cuentas los electores ya cobraron su factura a la actual administración estatal el pasado primero de Julio.

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